El indispensable cordero "Grande Caravane"

Yo soy un incondicional del cordero de la pradera salada de la bahía del Mont-Saint-Michel, que se alimenta con hierbas regadas por el agua de mar en cada marea alta. El obione, festuca ovina y el hinojo marino, plantas ricas en sales y minerales le dan ese sabor único.
En la mesa del “Coquillage”, servimos los corderos de Francis y Anaëlle Cerbonney, joven pareja de pastores enamorados de la bahía e instalados en Avranches. Desde este fin de semana de Pascua, ofrecemos el cordero “Grande Caravane” acompañado de tiernos espárragos blancos y de brotes jóvenes de mostaza silvestre.
Terminé este plato mientras estaba cocinando en el “Relais Gourmand” *** donde había creado una mezcla de especias - cardamomo, fenogreco, canela, Niora, sésamo - que se convirtió en la mezcla “Grande Caravane” que se encuentra hoy en Especias Roellinger, mezcla inspirada por las caravanas que recorren las carreteras, la ruta marítima hacia el Océano Índico, atraviesan el desierto hasta Alejandría en la Edad Media ... El comino y el sésamo dominan y se unen a la dulzura y profundidad del macis y la canela, el chile Niora vino después del Nuevo Mundo los revela, simbolizando con ello la reunión de Oriente y Medio Oriente. El lado casi dulce del cordero se magnifica por esta mezcla de especias equilibrada y cálida, con la acentuación del chile, a la cual los espárragos, traen una ligera amargura y la mostaza silvestre le otorga ese gusto de “hierba”. Yo soy finalmente apegado a este plato que me permite (de nuevo!) acercar mis raices y el mundo...